Estaba tanto tiempo, mirando hacía nada
esperando ese tren, que tanto tardaba,
esperando sentada, esperando hacer nada
en el banquillo del silencio, en el vacío que acaba.
Ahora escucho a lo lejos, sonidos de esperanza
es un tren que viene lento, anunciando una palabra.
viene marcando la guia, viene marcando sentido
dirección tan ansiada, que quise como capricho.
Ya llega , aparece, sin prisa, no se desvanece
me quedaré sentada, atenta, sintiendo como amanece.
La maleta tanto tiempo preparada,
huele a tiempo , huele a calma
arrumbada en una calle, de inexistente esperanza.
Ahora parece que siento, el vibrar en los raíles
el vaivén que trae al son, de sus viejas cicatrices.
De tantos avisos de llegada, de tantos pasos saltados
de tantas paradas ausentes, de tantos tickets olvidados.
Mi equipaje es ligero y sin nada de hilos negros de algodón
eso que no necesito, eso que no quiero ni yo.
En poco tiempo entendí, que en este nuevo viajar
no necesito de eso, que me haga pesar más.
Vaciando la maleta, de odio, rencores y mal
me queda un vacío en ella, que no la necesito ya.
Con una mochila pequeña, con sueños nada más
ilusiones encontradas, el talento es lo que da.
Cada vez estás más cerca, solo me falta recordar
que quiero en este momento, ser feliz y nada más
Al final, se ve una luz, amanece cada dia
