Razón, que la tienes.

Esperanzas vanas que se apagan
ilusiones de tarjeta postal,
anhelos basados en fantasías
circunstancias de pura realidad.
La mente traicionera seductora
admite lo que le quieras regalar,
farsante de ideas concebidas
acicalando el momento virtual.
Corazón ingenuo receptivo
de aquello que suele escasear,
se fascina y delira en cada punto
tergiversando todo sin mirar.
Unión razón y corazón
suma sin resultado final,
disputas de ilusiones reales
sin juez que pueda solventar.
Razón , que siempre la tienes
por encima de burda claridad,
razón, que siempre atiendes
lo que se quiere de verdad.