Sin sentido consentida.

Siempre fuiste la niña de sus ojos
siempre fuiste la niña consentida,
marionetas guiadas a tu antojo
liaste los hilos de su vida.
Anduviste por caminos asfaltados
de arrogancia , prepotencia y lozanía,
escondiste la vergüenza a cada paso
en el oscuro rellano de tu vida.
Cada minuto sobrevuela una aventura
se incrementa en cada uno tu valía,
sin mirar la inminente desgracia
que te  acerca poco a poco a tu caída.
Inconsciente, ignorante y destruida
gloria necia que vuela extinguida,
insensata en tu mundo de miserias
te fuiste sola hasta tu salida.