Pasados pisados.

Incluso la hora más corta del día
se hace eterna con tanta agonía,
pasando el minuto sin marchar adelante
la mente se pierde en esos instantes.
Se va ella sola, se aleja y se pierde
por derroteros y valles inertes,
pasados abstractos de vuelta absurda
ideas que quedaron en aquella curva.
Sin apenas sentirlo pasó media vida
enmarañando años sin darles salida,
triunfos disipados
sin imagen concebida.
Vistiendo de luto, cual triste viuda,
la esencia de vida se queda perdida.
Sin ver más allá de las lentas pisadas
pisando sin alma cada mañana,
llegando la noche
que espera y le clama.
Oscura como ella,
silenciosa como su mirada.
Sin causa aparente,
sin fin que no acaba.
Llega la nueva mañana
y solo la luz, despierta en su cama,
atenta de nuevo
su muerta mirada.