Me acorralas con ataques
censurados de afecto,
indicando en cada letra
que soy menos de lo que creo.
Mis temores y mis miedos
brotan libres ante tu invento,
conoces tantos rincones
te enorgulleces de ello.
No eres más fuerte por letras
no eres más grande ni extenso,
no me busques que me tienes
suena lento pero intenso.
Si en tu lengua viperina
permaneciera todo el veneno,
perderías coyuntura
y no quemaría tanto el fuego.
Que malo es tener pelusa
si supieras lo que es eso,
si reconocieras que a ratos
solo te amarga tu dulce veneno.
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