Quisiera agarrar la mano que me lleve a lo desconocido,
que me lleve sin prejuicios fuera de este mundo perdido.
Se perdieron emociones, sentimientos, sueños y sentidos,
donde se quedaron, no sé, o estarán escondidos.
Algunas puertas cerradas no dejan salir el olvido,
algunas verjas protegen el roto y el descosido.
Entre resquicios a ratos una luz despierta un delirio ,
rato pequeño y temeroso de que solo sea otro desatino.
Y despiertan interés unos ánimos de buen amigo,
al mismo tiempo que cierran los candados los resquicios.
Por no esperar no esperé recorrer un buen camino,
por no esperar me ausenté de aquello no vivido.
Ahora me quedo quieta esperando que sea el destino,
quien vuelva a traer la ilusión disfrazada sin vestido.
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